Tenía que haberlo hecho antes

Si tu software de gestión ya no te sirve, esperar a cambiarlo te cuesta dinero

A nadie le apetece cambiar de software, da una pereza terrible ponerse a ello porque se anticipan las incomodidades y problemas que pueden producirse al dar ese salto. Así que cuando alguien se decide a hacerlo, normalmente es que tiene detrás una poderosa razón que lo empuja. Es posible que su aplicación ya no funcione, que esté generando problemas de tal calibre que no sea ya posible seguir postergando la cuestión.

Hasta llegar a ese punto crítico, a menudo, aunque ya se haya detectado la necesidad de cambio, la cuestión se sigue posponiendo. Parece que la cosa aguanta, podemos esperar un poco más que en cuanto nos metamos ahí…menudo lio y nos va a costar un pastizal. En esa prórroga del partido escondidos en los vestuarios están los costes ocultos que, aunque no salten al campo, sí están jugando. ¿Cuánto me estoy gastando en mi empresa cubriendo ineficiencias y solucionando errores cada día que espero para cambiar mi software? ¿Cuántas horas emplea mi equipo en resolver cosas que podrían automatizarse o resolverse con mayor rapidez y facilidad? ¿Cuántas cosas más creativas y rentables podríamos hacer con ese tiempo? Todos estos costes sumados, en un intervalo de tiempo no demasiado grande, pueden ser mayores que el de una nueva implantación y eso si que es mucha pasta. Si lo contases en billetes dejarías de esperar.

Cuando la necesidad es evidente, aplazar la decisión sólo sirve para hacer más grande el agujero, más complicada la solución y menos sostenible el día a día.

Lo hemos vivido en muchas empresas con las que trabajamos, una vez han vencido el miedo a lanzarse al abismo del cambio de aplicación descubren que solo era un desnivel del terreno, a veces una zanja, pero nunca el Cañón del Colorado. La frase más repetida después de poner en marcha PROXIUM es “tenía que haberlo hecho antes”.

Conociendo estos temores nos empleamos a fondo en solventar todas las dudas que puedan aparecer sobre el funcionamiento de PROXIUM, lo que hace, cómo lo hace y de qué modo puede simplificarle la vida a tu empresa. Después, cuando ya te sientes seguro para avanzar, ponemos nuestro foco en que la implantación te genere la menor incomodidad posible, que puedas seguir trabajando, que el paso al nuevo sistema vaya al ritmo que requieras y sobre todo se complete de modo exitoso.

¿Qué necesitas para no postergar más esta decisión?  Facilidades en los plazos de implantación, flexibilidad en la forma de pago, ajuste a las peculiaridades de tu negocio en cuanto a la puesta en marcha… Todo esto tiene solución.

Si la necesidad de cambio es evidente, los beneficios del mismo lo serán aún más.

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