Visitamos muchísimas empresas cada año, y hablamos con todos los niveles de la organización, desde el director general hasta el mozo de almacén. Al hacerlo, hemos podido apreciar claramente que, los directivos o mandos intermedios que poseen capacidad organizativa y de gestión, que buscan la mejora continuamente y analizan sus procesos para ver qué marcha bien y en qué pinchan, pocas veces se quejan de su personal. Se centran en hacer lo que hay que hacer para que todas las piezas del engranaje funcionen.
Sin embargo, los “apagafuegos”, los que se pasan todo el día solucionando los marrones del día a día, los “matarían” a todos, se cargarían a su equipo. Por desgracia, este segundo grupo de directivos es mucho más abundante que el primero.


Además, coincide que cuando visitamos a estas mismas empresas pasado un tiempo, vemos como las primeras han evolucionado, mientras que las segundas siguen viviendo en un día de la marmota perpetuo, enquistadas en los mismos problemas.
Yo tengo claro que mis empleados son los mejores. Y aunque no te lo creas, los tuyos también. En mi caso lo son porque son los que tengo, y los tengo porque he decidido no buscar a otros. ¿Por qué?
Muy sencillo. Porque la experiencia me ha demostrado que cuando los que estamos en puestos de dirección nos ocupamos de analizar la causa de los errores y darles solución, en poner controles para evitar que se vuelvan a producir, en formar a nuestros compañeros (que no empleados), en definir cómo actuar ante estas situaciones, etc. todo funciona mejor. Y cada día “más mejor” (como decía mi hijo de pequeño).
Ellos son los mismos. El que has cambiado eres tú.
No estoy diciendo que el capital humano de tu empresa no sea mejorable. Claro que en el mercado hay gente más preparada que ellos, pero también la hay más que tú.
Si no eres el dueño de la empresa, aplícate y recuerda que es más fácil cambiar de entrenador que de futbolistas. Y si lo eres, plantéate si hay entrenadores con métodos más adecuados que pueden sacar un mejor rendimiento de tu equipo si quieres que tu empresa tenga futuro.
También puedes ser de los que ya lo está haciendo. En ese caso, mis mayores deseos de éxitos para ti y mi enhorabuena para tus compañeros, porque seguro que todos los días se levantan sin que ir a trabajar sea un suplicio.
Miguel Ángel Esparcia
Gerente de Gadir Grupo Consultor (Proxium ERP).